El Síndrome Burnout (quemado, fundido) es un tipo de estrés laboral, un estado de agotamiento físico, emocional o mental que tiene consecuencias en la autoestima, y está caracterizado por un proceso paulatino, por el cual las personas pierden interés en sus tareas, el sentido de responsabilidad y pueden hasta llegar a profundas depresiones.
Síntomas principales
Agotamiento emocional: un desgaste profesional que lleva a la persona a un agotamiento psíquico y fisiológico. Aparece una pérdida de energía, fatiga a nivel físico y psíquico. El agotamiento emocional se produce al tener que realizar unas funciones laborales diariamente y permanentemente con personas que hay que atender como objetos de trabajo.
Despersonalización: se manifiesta en actitudes negativas en relación con los usuarios/clientes, se da un incremento de la irritabilidad, y pérdida de motivación. Por el endurecimiento de las relaciones puede llegar a la deshumanización en el trato.
Falta de realización personal: disminución de la autoestima personal, frustración de expectativas y manifestaciones de estrés a nivel fisiológico, cognitivo y comportamiento.
Causas
El agotamiento del trabajo presente en el Síndrome Burnout puede ser el resultado de varios factores y puede presentarse normalmente cuando se dan condiciones tanto a nivel de la persona (referentes a su tolerancia al estrés y a la frustración, etc.), como organizacionales (deficiencias en la definición del puesto, ambiente laboral, estilo de liderazgo de los superiores, entre otros).
Las causas más comunes son las siguientes.
La falta de control: Una incapacidad de influir en las decisiones que afectan a su trabajo: como su horario, misiones, o la carga de trabajo que podrían conducir a agotamiento del trabajo.
Expectativas laborales poco claras: Si no está seguro sobre el grado de autoridad que tenga, o de su supervisor, o de lo que los demás esperan de él/ella, no es probable que se sienta cómodo en el trabajo.
La dinámica de trabajo disfuncional: Tal vez trabaja con una persona conflictiva en la oficina, se siente menospreciada por los compañeros o su jefe no le presta suficiente atención a su trabajo.
Las diferencias en los valores: Si los valores difieren de la forma en que su empleador hace negocios o atiende las quejas, la falta de correspondencia puede llegar a pasar factura.
Mal ajuste de empleo: Si el trabajo no se ajusta a sus intereses y habilidades, puede llegar a ser cada vez más estresante en el tiempo.
Los extremos de la actividad: Cuando un trabajo es siempre monótono o caótico, necesita energía constante para permanecer centrado, lo que puede contribuir a niveles más altos de fatiga y agotamiento del trabajo.
La falta de apoyo social: Si se siente aislado en el trabajo y en su vida personal, puede sentirse más estresado.
Desequilibrio entre la vida laboral, familiar y social: Si el trabajo ocupa gran parte de su tiempo y esfuerzo, y no tiene suficiente tiempo para estar con la familia y amigos, se puede "quemar" rápidamente.
Terapia, tratamiento y consejos
Si está preocupado por el Burnout en el trabajo, debe tomar medidas. Para comenzar:
Administre los factores estresantes que contribuyen al agotamiento del trabajo. Una vez que haya identificado lo que está alimentando sus síntomas de Burnout, puede hacer un plan para resolver los problemas.
Evalúe sus opciones. Discuta las preocupaciones específicas con su supervisor. Tal vez puedan trabajar juntos para cambiar las expectativas o llegar a compromisos o soluciones.
Ajuste su actitud. Si se ha vuelto cínico en el trabajo, tenga en cuenta las formas de mejorar su perspectiva. Vuelva a descubrir los aspectos agradables de su puesto. Establezca relaciones positivas con los compañeros para lograr mejores resultados. Tome descansos cortos durante todo el día. Pase tiempo fuera de la oficina y haga las cosas que le gustan.
Busque apoyo. Ya sea que llegue a los compañeros de trabajo, amigos, seres queridos u otras personas, el apoyo y la colaboración pueden ayudar a lidiar con el estrés laboral y la sensación de agotamiento. Si usted tiene acceso a un programa de asistencia al empleado, aproveche los servicios disponibles.
Evalúe sus intereses, habilidades y pasiones. Una evaluación honesta puede ayudarle a decidir si debe considerar un trabajo alternativo, como por ejemplo uno que es menos exigente o que mejor se ajusta a sus intereses o valores fundamentales.
Haga algo de ejercicio. La actividad física regular como caminar o andar en bicicleta, puede ayudarle a lidiar mejor con el estrés. También puede ayudarle a desconectar fuera del trabajo y dedicarse a otra cosa.
Otra cara del Agotamiento.
También podemos ver el Agotamiento o Fatiga crónica.
El Síndrome de fatiga crónica (SFC) es una enfermedad que causa mucho agotamiento o cansancio, a todas horas, a la persona que la padece. Suele aparecer tras una enfermedad o infección dejando a la persona en un estado de debilidad constante.
Sus síntomas principales son: fatiga, dolor de cabeza, sueño excesivo, pérdida de memoria, dolor en las articulaciones, mareos, mucho cansancio al despertar, pies hinchados, trastornos alimentarios, apatía, cambios de humor, sensación de no poder hacer nada, ya que todo implica un gran esfuerzo, tanto mental como físico, etc.
La suelen padecer personas de 40 a 50 años, pero también hay casos de menor y mayor edad. Muchas veces esta enfermedad se relaciona o se puede confundir con la Fibromialgia, Depresión o con problemas de Tiroides, pues los síntomas son muy parecidos.
Las causas que la desencadenan tampoco están muy claras pero se cree que el sistema inmunitario débil es más propenso a este tipo de enfermedad.
Según la Bio-Emoción:
Hay una anclaje a sentimientos negativos y de angustia sobre el pasado o el presente. También una falta de seguridad y una facilidad por dejarse llevar por los miedos y preocupaciones.
Las personas con agotamiento intentan luchar contra el sistema y contra algo que es mucho más grande que ellas. Sienten que no han sido reconocidos por sus padres y se sienten impotentes. Siendo niños deseaban impresionar a sus padres (del mismo género), deseaban complacerles en todo y que se sintiesen orgullosos de ellos pero no se sintieron reconocidos y se convirtieron en personas que solo desean hacer cosas para demostrar lo que son o lo que valen.
Se sienten atrapados en sus propias obras o acciones, ya que nadie les reconoce y terminan desanimándose y abandonado todo lo que hacen. Se sienten decepcionados y piensan que da igual lo que hagan pues al final no logran lo que desean: “ser reconocidos y valorados”
Si deseas eliminar tus malestares deberás empezar a reconocerte primero a ti mismo para que luego otros puedan hacerlo.
Acepta que tomaste la decisión de impresionar a tus padre o madre y de la misma manera puedes decidir que ya no es necesario tener su aprobación ni sentir que te exigían mucho. Desde el principio fuiste tú el que tuvo esa percepción incorrecta. Ellos te sirvieron de espejo para mostrarte tu propia exigencia.
Deberás empezar por amarte a ti mismo, aceptando tus virtudes, tus defectos y tus limitaciones. No temas decir que no sabes hacer algo o incluso fallar pues tienes todo el derecho a ello.
Si eres capaz de respetar tus límites serás capaz de recuperar tu energía vital y tu capacidad de amar, que no es más que la causa de tu agotamiento o fatiga.
Además...
A las personas con fatiga les falta energía y fuerza muscular. Les falta una meta concreta en sus vidas, y en vez de actuar para realizar sus objetivos, se encuentran atrapadas en pensamientos negativos y miedos que los bloquean y les consumen la energía. Creen que no merecen lo que tienen y su actividad mental ocupa mucho más tiempo que la actividad física.
Deberán apreciar y mostrar gratitud por lo que tienen. También pueden hacer una lista de todo lo que les gustaría hacer en el período de un año y empezar a realizar pequeñas acciones para que se vayan cumpliendo cada una de las cosas que quieran. Si un año parece mucho, pueden reducir el tiempo en un mes, tres o seis, lo importante es que se despierte en ellos el deseo de hacer cosas y recuperar la ilusión y las ganas de vivir.
Nota: es importante destacar que es normal sentir una gran fatiga después de la resolución de un conflicto importante. También puede ser el principio de un estado de agotamiento.
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*Varias fuentes consultadas para este articulo.
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