Como amante del cine me encanta recomendar esta trilogía "The matrix", la otra noche en una peña en mi casa esto recobro otro significado, pues me explican que Neo (el elegido de la película, nunca estuvo fuera de la matrix sino que el también estaba corriendo dentro del mismo programa con otra rutina de programación.
En consulta me gusta preguntarle al consultante "Quién eres?". Lo confundido que se muestra a poder expresar el "Yo soy esencial" . La rutina a la que estamos constantemente involucrado un sistema interminable de loops o repeticiones que nos no permiten detenernos a contemplar y a buscar respuesta esenciales asociadas al ser.
Las máximas socráticas de “conócete a ti mismo” y de “sólo sé que no sé nada” se entrelazan mutuamente de forma casi gratuita, ya que quien debe conocerse a sí mismo, debe también reconocer que como mucho sólo sabe que no sabe lo que es. La apelación antropológica es simple: si uno no sabe lo que es, o por lo menos no intenta averiguarlo, difícilmente puede llegar a entender correctamente lo que son los demás y el mundo que lo rodea.
La esencia del ser humano es la conciencia de sí mismo, a veces llamada alma. Algunos filósofos la creen eterna e inmortal; otros, consideran que se trata de una función cerebral como las demás. Entre todas las preguntas que se hace el ser humano, desde que está sobre la Tierra, quizá la primera sería: ¿Quién soy? ¿Soy un alma encarcelada en un cuerpo? ¿Soy una imagen de Dios? ¿Una máquina construida con materiales biológicos? ¿Una simple especie animal aparecida por casualidad en la lucha por la vida? ¿Un manojo de instintos sexuales que pugnan por manifestarse?. La primera respuesta nos la daría Platón si nos trasladásemos en el tiempo al siglo IV a .C.- a esa Atenas decadente y nostálgica de su pasado esplendor, que acaba de quedar derrotada en las Guerras del Peloponeso- y le preguntáramos quiénes somos los humanos: un alma encarcelada en un cuerpo. La doctrina platónica sobre el ser humano sólo tiene sentido dentro del conjunto de su sistema filosófico, que se basa en la célebre teoría de las Ideas. Según Platón, el mundo material en el que nos encontramos y que conocemos por medio de los sentidos donde todas las cosas nacen y mueren y están en constante transformación- no es el único existente. Tenemos, además, el mundo de las ideas: un universo inmaterial que sólo podemos conocer por medio de la razón, donde nada nace ni muere y todo es eterno e inmutable. Las cosas materiales serían un reflejo de su correspondiente modelo en el mundo de las ideas. Para platón, la persona es una de las realidades que forman parte del mundo material, pero posee una peculiar constitución. Está formado por dos sustancias completamente diferentes y perfectamente separables la una de la otra: el cuerpo y el alma. Mientras que el cuerpo es una realidad material, naciente y perecedera, el alma es inmaterial, preexistente (antes de unirse al cuerpo ya existía en el mundo de las ideas en contacto con ellas) e inmortal (tras la muerte, si no se reencarna, volverá al mundo de las ideas). El alma, para Platón, no sólo da vida al cuerpo: es lo que verdaderamente nos constituye; por eso cuando perecemos muere sólo el cuerpo. Y ya que no muere el alma, nosotros tampoco.
Consideró que al alma tiene tres partes: la concupiscible, la irascible y la racional. La parte concupiscible- localizada en el bajo vientre- se pone de manifiesto en nuestros apetitos sexuales y en nuestra búsqueda de placer en general; la irascible-situada en el corazón- genera nuestras tendencias agresivas y nuestro afán de competir; y la racional- en la cabeza- es la responsable de nuestra vida cognoscitiva e intelectual.
Aprovechar la oportunidad de este cierre de año para interiorizar en ti y hacerte tu pregunta "Quien Soy" poder anotar la infinita respuesta para lograr un proceso de sanación interior y exterior a la vez.
Solo por citas.
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*Varias fuentes tomadas para este articulo.